El tema tratado por María Isabel Rueda en la columna es pertinente, es de actualidad y establece un enfoque particularmente novedoso, lleva los hechos y la jurisprudencia a un nuevo contraste ubicando en un segundo plano el carácter de primicia, se interesa por la profundidad y el análisis de ciertas conductas y posiciones arbitrarias del personaje en cuestión. El tema no tiene afectación ni repercusiones directas para la población, ya que se inclina a sentar puntos de formación en opinión y criterio, pero atañe al público de manera emocional y puede despertar susceptibilidades, en tanto al señor Álvaro Uribe se le ha convertido en un referente icónico y esta crítica bastante acertada, soportada y argumentada evidencia su desconocimiento ó acomodamiento de los leyes y sus procedimientos.
Los comentarios son concretos no pierden la intencionalidad expuesta desde el principio del escrito, por el contrario a medida que se recorre toma mayor fuerza argumentativa sin desvíos, ni vicisitudes.
El grado de excepción de la columna radica en la seriedad y altura con la que se presenta, teniendo en cuenta el impacto de confrontación que contiene. Decir la verdad sin importar a quién, toma altura, valor y significado cuando se tiene en cuenta el cómo y el por qué, esto y que el implicado sea un ex presidente posibilita ser atractivo para el lector, su difusión la controversia.
El lenguaje es adecuado al público, sencillo y preciso.
El estilo literario es sencillo, el autor se destaca por la claridad y concisión, evita extravagancias, adornos impertinentes y complicaciones innecesarias.
Fecha: Mayo 14 de 2011.
Por: María Isabel Rueda. El Tiempo.
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